Giulianello de Cori

Quien quisiera adentrarse en la campiña romana al sur de Velletri para encontrar los Monti Lepini, deberá [...] cruzar por una decena de quilómetros una serie de colinitas tobáceas debidas a las erupciones del volcán Lacial. Sentado, sobre la más bella de estas colinas, se encuentra Giulianello”. 

Raffaele Marchetti

Como subraya la citación, es justamente la posición de Giulianello a formar gran parte de su historia, zona neurálgica y cruce de confín, donde los Colli Albani se tocan con los Monti Lepini.

Desde el periodo protohistórico, esta zona funcionaba como pasaje de la Valle del Sacco hasta la Pianura Pontina y entonces hasta el mar. A la edad del hierro pertenecen, de hecho, varias ruinas arqueológicas encontradas en la zona del Colle de la Coedra (cerca del lago de Giulianello), que dan fe de un primer asentamiento humano probado por varias cerámicas, de un probable agger (terraplén) de fortificaciones y, sobre todo, por importantes obras 16hidráulicas (sistemas de túneles subterráneos por el drenaje y la captación de las aguas de superficie). Estas ruinas tienen una datación que oscila entre el IX y el VI siglo a.C.

Tale asentamiento, sobre la base de la investigación de hoy, parece no resultar activo en época arcaica. Este fenómeno podría ser explicado con los duros conflictos que ven enfrentarse en esta área Romanos, Volscos y Auruncios.

Estas contraposiciones llevaron frecuentemente al saqueo y a veces a la definitiva desaparición de antiguos asentamientos del Lacio meridional, y a lo mejor Giulianello sigue el mismo destino. 

En la época romana la importancia estratégica del posicionamiento de Giulianello aumentó mucho. A la viabilidad principal y interregional (via Appia, via Latina), sigue la edificación de dos carreteras de comunicación, secundarias y locales: aquellas que conectan a Cori (en cuanto área lepina) y aquellas hacia Artena y Vellletri.

Por este último tramo de carretera han sido encontrados restos arqueológicos que se refieren con mucha probabilidad a villas y asentamientos rústicos que presentan interesantes obras poligonales, cisternas subterráneas, áreas de necrópolis y muros cuadrados de dudosa autoría.

Desafortunadamente lo que no ha sido identificado es un centro urbano de referencia, que podría coincidir con la tradicional colocación de un fundus Julianus, propiedad de la gens Julia.

Esta ubicación, deriva solamente de los testimonios de históricos anticuarios de Velletri del siglo XVI-XVII y no ha sido confirmada por comprobaciones arqueológicas.

A la época altomedieval pertenecen algunos materiales reaparecidos hace poco: se trata de fragmentos esculturales que probablemente pertenecían a un edificio religioso. En uno de estos se lee una inscripción que menciona el pontífice León III (795-816 d.C.).

Interesantes particulares históricos, del 1100, nos vienen transmitidos de la narración de las vicisitudes (hallazgo y traslado) del cuerpo de San Marcos. Teatro de estos fascinantes sucesos son el Castrum Julianum (Giulianello), el Castrum S.Silvestri (puesto en la zona de conexión entre Giulianello y Artena) y el Castrum Turriculae (actual Torretta Vecchia).

Son estos los años en los que se construyen fortificaciones. Las señorías locales, ligadas a la nobleza cardenalicia, construyeron unos centros urbanos en los cuales venían recogidos todos los habitantes residentes en un territorio circunscrito, asegurándoles una discreta organización administrativa. Los obvios intereses económicos ligados a la posesión de estas castra llevan también a Giulianello en el centro de interesantes historias de ricas familias y personajes ilustres.

Papa Inocencio III (1198-1216) es sin duda una de las figuras más importantes e influyentes para la historia de Giulianello: este pontífice, miembro de la familia de los Condes de Segni, favorecerá mucho su familia de pertenencia durante su pontificado. Fue gracias a este especial y florido momento histórico que la familia Conti consiguió obtener también a Giulianello (1271 aproximadamente).

Giulianello, no sin dificultades, quedó en poseso de la familia Conti hasta el 1514. Durante este año el castillo resulta ser la dote de nupcias de Costanza Conti de Giovanni Battista de Valmontone que, en el 1514, se casa con Lorenzo Salviati, perteneciente a la segunda celebre familia que lo custodiará hasta el 1775. A los Salviati suceden los Borghese, que en realidad mantuvieron la posesión por muy poco tiempo, en cuanto el legítimo heredero Camillo Borghese, marido de Paolina Bonaparte y convencido filo napoleónico, también durante la Restauración, rechazará el señorío, liberando el vasallaje del pueblo julianés.

Durante todo el periodo del Resurgimiento Giulianello fue anexado en alternancia a Cori y a Frosinone; después de la Unidad de Italia, con el decreto regio del 3 de diciembre 1870, vino anexado a Cori.

La moderna Giulianello es el resultado de las renovaciones efectuadas al burgo principalmente por los Salviati, hasta el 1514, con el interés de Costanza Conti. Bajo la guía de esta mujer se restauró la muralla y fue terminado el primer restauro de la iglesia de San Giovanni Battista. Pero será el hijo de esta última, Antonio María Salviati, en dar a Giulianello la huella que conocemos. El erigió la puerta de entrada (todavía en uso y con inscripciones que recuerdan su comitente), y cuidó el restauro del Palazzo señorial, del molino, del granero y de otros edificios de uso público.

A Jacopo Salviati, o mejor a su madre Maddalena Strozzi, se debe la construcción de la iglesia ubicada en la carretera de Artena. El aportó unas modificaciones al pueblo y se encargó, en especial, de la total renovación de la iglesia de San Giovanni Battista: terminó también una ampliación de la muralla ciudadana hacia suroeste, la cual tuvo una reorganización urbanística.

Entre las últimas intervenciones edilicias de este periodo es importante mencionar la construcción (1690), por voluntad de Francesco Maria Salviati, hijo de Jacopo, del convento exterior a la muralla castellana, entregado al cuidado de los frailes Minori observantes de S. Francisco, en la localidad de Colle Santa

La actual denominación vino asignada al antiguo centro en el 1870, después de la Unificación de Italia: entonces fue necesario distinguir este centro de la homónima ciudad del área de Frosinone. Hasta entonces, el burgo se había llamado Giuliano: este es el nombre que aparece en todo la documentación historiográfica y archivística en lengua italiana desde el Renacimiento en adelante. Giuliano era la forma italiana de Julianum, un nombre que aparece en la documentación a partir del siglo XI a.C., pero que una arraigada tradición anticuaria local tiende a hacer retomar a una época romana.

 

Bibliografia: D. Palombi (a cura di), Julianum – Giuliano – Giulianello: materiali per la storia di un centro minore del Lazio meridionale, Pontinia 2004